Actualmente la situación del planeta no es la mejor, el consumo excesivo de recursos nos está pasando factura, somos responsables de los cambios climáticos, la extinción de muchas especies y los altos niveles de contaminación. Consumimos más recursos de los que necesitamos, olvidando que son limitados, prueba de esto es el hecho de que desde 1970 el día anual de sobrecapacidad de la tierra llega cada vez más temprano.
Esta fecha representa el día en que hemos consumido los recursos que la tierra puede producir durante ese año, por lo que después de ese momento estamos utilizando de más. La ONG Global Footprint Network se encarga de calcular esta fecha con base en datos estadísticos de la capacidad biológica del planeta y la huella ecológica de la población mundial.
En 2020 logramos ganar 3 semanas en comparación del año pasado, pero esto fue únicamente posible gracias a los periodos de confinamiento causados por la pandemia del Covid-19, esté dato nos tiene que hacer reflexionar sobre nuestro modelo de vida, pues a pesar de que la actividad económica y productiva mundial se paralizó de una forma nunca antes vista no fue suficiente para permitir al planeta reponerse.
La industria y el consumo de energía son de los principales responsables pues estamos acostumbrados al uso de energías sucias, las cuales de una forma u otra contaminan el ambiente, ya sea por emisión de residuos, uso de fuentes finitas o por la construcción de la infraestructura necesaria para su transformación. Es por eso que dentro de los cambios que debemos adoptar se encuentra el uso de energías renovables y el autoconsumo.
El autoconsumo, en este ámbito, se define como el hecho de que la energía que utilicemos sea producida por nosotros mismos. En México por el tipo de clima y extensión territorial que poseemos, una de las energías renovables más importantes para el autoconsumo es la solar, pues a lo largo del año solemos contar con periodos de luz de mínimo 10 horas al día. Este tipo de energía tiene una baja generación de residuos además de que su mantenimiento es sencillo y económico, sus principales usos son para generar electricidad o calor.
Sin embargo a pesar de sus beneficios también posee algunas desventajas, por ejemplo; la energía eléctrica generada por los paneles debe ser utilizada al momento ya que su almacenamiento implica costos adicionales, pues en días muy nublados o por las noches, sin baterías que se encarguen de guardar la energía no la podríamos utilizar.
Otro punto a considerar es que a pesar de que una vez instalado normalmente no se tienen que hacer pagos mensuales, el costo inicial suele ser bastante elevado, por suerte existen opciones para sobrellevar esta inversión pues algunas empresas financieras han comenzado a ofrecer préstamos con condiciones especiales y el gobierno ofrece la posibilidad de deducir de impuestos estos gasto con la intención de fomentar su uso. El futuro del planeta se encuentra en nuestras manos y solo cambiando nuestros hábitos podremos evitar los pronósticos negativos.