Epifanía emprendedora
Mientras cursaba la universidad, tuve la oportunidad de estudiar 6 meses en el extranjero, mis tardes eran aburridas, pues vivía solo en cuarto pequeño sin televisión, radio, nada. La única diversión era salir a caminar entre calles, donde me di cuenta de que los norteamericanos desechaban sus electrónicos “descompuestos”.
Recordar lo aburrido que era mi cuarto, me llevo a preguntarle a una señora si me podía llevar el electrónico que acababa de depositar en la basura, a lo cual accedió. Después de esto recuperé y reparé varios electrónicos para equipar mi cuarto, donde una sola pregunta rondaba en mi cabeza: ¿Qué pasa con todos los residuos electrónicos que se desechan?
Eso fue prácticamente el inicio de mis emprendimientos. Uno nunca sabe dónde vas a encontrar a lo que te vas a dedicar.